domingo, 21 de agosto de 2011

Cruda realidad

Laura salió de la habitación del hospital, sabiendo que esa había sido la última vez que vería a David con vida. Después de pasar todo un verano juntos, todo lo que él le había enseñado y viceversa, todas las cosas que había hecho juntos... en definitiva, el amor que se había creado entre ellos dos, simplemente no podía creerse que todo terminara allí, en esa sala de hospital, tan impersonal y fría, que absorvía tus sentimientos para darte un aura más tranquila. O por lo menos, eso intentaba. "No, esto no puede acabar aquí" se dijo a sí misma "No puedo dejar que eso ocurra" Se giró violentamente, y, volviendo sobre sus pasos, entro de nuevo en la habitación de David, donde él descansaba, dando por sentado que la despedida más dura a la que se tenía que enfrentar ya había acabado.

 -¡David!-chilló Laura, y este abrió violentamente los ojos- ¡No me puedes dejar, David! ¡No puedes hacerlo! ¡No te lo permitiré!

 Sin saber como, las lágrimas habían inundado el rostro de Laura, que yacía en el suelo de la puerta de la estancia, sin atreverse a entrar. David había cerrado los ojos, despues de mirarla con una mezcla de miedo y tristeza absoluta. Él tampoco quería dejarla, pero no podía hacer nada. El doctor que estaba a cargo de David, un hombre mayor de unos sesenta y pocos, a punto de retirarse, incorporó a Laura del suelo con toda la delicadeza que supo tener, e intentó alejarla de su paciente, que también había comenzado a llorar. A pesar de sus esfuerzos, el verano en la academia de baile se hacía notar, y Laura ejerció toda su fuerza contra el doctor, que no tuvo nada que hacer.

 -¡David, por favor!-sollozó Laura, aunque en el fondo sabía que él no podía hacer nada- ¡por favor!

 -Laura...-murmuró David, ya exhausto-Laura, amor, no puedo hacer nada. ¿Crees que si pudiera, no lo haría? Lo siento tanto...

 -Señorita...-susurró el médico, hiperventilando-señorita, por favor, le ruego que salga de la habitación y deje descansar a mi paciente.

 Laura, después de mirar largamente a David, dándole todo el amor que sentía hacia él, se giró y se marchó. "No tienes nada que hacer, Laura. Tienes que aceptarlo. Es la cruda realidad."

1 comentario:

  1. Dios que bonito!! Me encanta preciosa y cuando digo que me encanta es por que ME ENCANTA!! En serio, está lleno de sentimientos. Me da mucha penita lo de Laura y David pero, como tu dices: "Es la cruda realidad"
    Joo me encanta!! un besazoo ;)

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