jueves, 29 de marzo de 2012

El Baile de Graduación

Se supone que hoy es un día perfecto. Es mi graduación. Por fin me largo. A la universidad. Pero primero, antes de empezar a pensar en notas, problemas, cálculos, y futuros... Hay que divertirse.

 Estefanía se había vestido para la ocasión. Llevaba un vestido de encaje largo hasta los tobillos, con un cinturón atado a su cintura. Sólo se había maquillado un poco, para no desentonar demasiado, ni tampoco para llamar la atención. Todo el mundo debía pensar que estaba contenta.

 Caminaba por las calles de su ciudad con sus dos amigas, Laura y Patricia. Esta última se había empeñado en llegar caminando, para "darle un toque más romantico". Pero llevaban un cuarto de hora y a Estefanía le iban a reventar los pies.

 -Vaya, que aburrida eres, Estefanía.- se quejó Laura.- Patri y yo llevamos charlando todo el camino y tu no has soltado prenda.

 -No me pasa nada.

 -Algo te tiene que pasar. Tú normalmente no eres así.

 -Eso. Estás muy rara últimamente.

 -¿Qué quereis que os diga? Tengo que aguantaros a todos toda la noche, cuando lo único que me apetece es marcharme a Salamanca ya, sin esperar a que empiece el curso.

 -De verdad, Este, hay veces que no te entendemos.

 -¿Ay, sí? Que raro. Yo tampoco te entiendo demasiado, Laura. Te pasas la vida llorando y maldiciendo tu vida porque es una mierda, cuando no tienes ni idea de lo que significa eso. Tratas a los demás como te da la real gana, y luego la culpa la tenemos nosotros. Así que deja de mirarte el ombligo y aprende a mirar un poco a los demás, que a veces también lo necesitan. No eres la única.

 Y con las mismas, se giró y se marchó por donde había venido.

 Ahora está sentada en la cab´ña que un día encontró dando vueltas, mirando a la nada y pensando en blanco y naranja.

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