domingo, 7 de octubre de 2012

15 Cosas que quiero hacer...

...antes de irme, hacia donde quiera que vayan los muertos.

 1. Publicar un escrito mío. (Aunque sea en un recopilatorio de las cien mierdas más mierdas que existen, y que esté justo al lado de la "biografía no autorizada" de Justin Bieber)

 2. Tirarme con paracaídas.

 3. Decirle ALGO, LO QUE SEA, a mi amado Naranjito.

 4. Besar a un repartidor de Telepizza (Pizzamovil me vale igual) y dejarlo petrificado.

 5. Irme de viaje con mis amigas Christie, Vania y company a una ciudad del mundo, me da igual cual sea (Londres no, que Christie dice que los londinenses son feos)

 6. Teñirme de pelirroja

 7. Ir a la graduación de mi instituto de pelirroja.

 8. Ir a la graduación CON Naranjito.

 9. Irme a la casa de mi amada J.K.Rowling y pedirle explicaciones sobre la muerte de Hedwig.

10. Bailar la macarena con Liam Payne, Niall Horan y Zayn Malik.

11. Conocer a Katy Perry y preguntarle dónde se tiñe el pelo.

12. Aprenderme los diálogos de la última película de Harry Potter.

13. Regalar chuches a los niños por Navidad, vestida de Papá Noel.

14. Participar en una obra de teatro (de decorado no vale, TENGO QUE HABLAR)

15. Hacer un repaso de mi vida a los 55 y ver que esta lista está completa.

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 Abres los ojos. Al principio, la luz te deslumbra; regañas los ojos hasta acostumbrarte. Cuando los vuelves a abrir de todo, descubres que estás en un gran, enorme escenario. Ante ti, millones de personas te miran, expectantes. Algunas gritan, otras lanzan luz con el móvil, otras simplemente te miran esperando algo. Bajas la mirada. Llevas un espectacular vestido, que ni siquiera habrías podido imaginar en tus mejores sueños; estás resplandeciente, brillas. Ahora miras hacia la derecha; un chico, el más guapo que has visto en tu vida, está allí, sonriéndote como nadie te había sonreído antes. Se acerca a tí, te besa en la frente y te susurra: ¡Adelante! Ya sabes lo que tienes que hacer. Subes tu mano derecha, donde llevas el micrófono, y cantas. Cantas como nunca lo habías hecho antes. Tu voz suena clara, suave pero fuerte. Se expande por el escenario. El público empieza a gritar, pero tu no paras. Sigues cantando. Cierras los ojos; te dejas llevar por el momento. Oyes como el chico se une a ti, siempre dejando que tu destaques. Cantas y cantas, descubriendo que no te cuesta llegar a los agudos, que no te duele el estómago después de llevar mucho tiempo, que el público se emociona al oír tu voz. Tú solo cantas. La canción acaba, tu bajas el micrófono lentamente, el público se va acallando hasta enmudecer del todo.

 Abres los ojos.

El sueño se acaba.

Ya no eres nada.

miércoles, 11 de abril de 2012

La chica francesa

Ella es seductora, elegante; ella es francesa. Su corto cabello castaño cambia de peinado constantemente; a ella no le gusta repetir. Sus ojos verdes practicamente no van maquillados, no lo necesitan. Le gustan las plumas en colgantes y pendientes, incluso tiene un vestido con la falda hecha de plumas. Frecuenta pequeñas boutiques y tiendas vintage en su ciudad natal, París. Todos los veranos viaja hasta un pequeño pueblecito, donde tiene una cabaña al lado de un bosque por donde pasea toda las mañanas. Ella sabe vestirse para cada ocasión; suele llevar vaqueros, pero le encantan los vestidos. No es envidiosa ni fanfarrona, ni muy quisquillosa; ella es natural, libre y amable. Ella es francesa.